Este es mi trabajo, lo que hago cada día, desmontar y montar relojes.
Podría parecer un trabajo rutinario, pero en realidad, día a día me enfrento a nuevos retos; entender como funciona un reloj, buscar avería y solucionar problemas. Y al igual que cuando se averigua un acertijo, uno se siente muy satisfecho cuando da con la solución del problema. Para arreglar un reloj son necesarias practica y experiencia, para ser un buen relojero además se necesita pasión, porqué muchas veces es la pasión por lo que haces lo que te empuja a superarte cada día.
Desmontar y montar relojes no es mi trabajo; es mi pasión.